Podría haber sido un fantástico partido y haber conseguido el campeonato. Pero para ser comandante en jefe es necesario saber leer e interpretar cada situación de partido, saber las aptitudes de los jugadores que tienes, lo que puede dar cada uno y utilizarlos en las necesidades del momento. 2 minutos en pista en el último partido de liga que vas perdiendo de 30 puntos no es justificable para ningún jugador y menos para quien lo ha dado todo por nada.
El entrenador repetirá la temporada siguiente, así que yo no. No me necesita, es inútil. Después de 13 años, mi último partido en el CB CORNELLÀ.
Ah si, perdimos (o perdieron) de veintipico.
Esta fue mi protesta. A tres minutos del final, y en vista de que no cuenta conmigo para nada me quito las bambas, tiro la toalla.
El entrenador me manda al vestuario por mi actitud. El se queda con la suya. A el, no hay quien le mande al vestuario, pero esto lo recordará el resto de su menguante existencia como entrendor de preferente porque sabe de la gran injusticia y gilipollez que ha cometido. Quien sabe, quizás se la pueda devolver algún día, sería de justicia.
Es una pena que después de 13 años dedicados a este club, esta sea mi última imagen vestido de azul.
No hay comentarios:
Publicar un comentario